lunes, 29 de agosto de 2011

Entrevista: Renso Gonzales

¿Quién es?
Portada de Carboncito 14,
 por Rodrigo La Hoz.
Renso es co-editor de Carboncito con su hermano Amadeo, y referente imperdible de la actual movida historietil Limeña. Además de realizar sus propias historietas y participar en exhibiciones de arte, dirige todos los veranos un taller de historietas en La Culpable, en Barranco, Lima. Renso también colabora en los zines Pobre Comics y Pastel Comics de Amadeo González.

La primera revista de Carboncito (2001) fue más bien un fanzine humilde, fotocopiado y de pocas hojas, realizado con pocos recursos y distribuido a pie por la ciudad de Lima. Recién se celebro la 14ª edición de este fanzine (nutrida de 32 colaboradores, de 104 paginas y con secciones a todo color), que a lo largo de su trayectoria ha sabido publicar lo mejor de la historieta independiente Peruana (así como varios invitados internacionales), convirtiéndose así en una de las principales revistas de la historieta actual latinoamericana, y un ejemplo a seguir en cuanto al éxito de la persistencia y el talento sobre los altibajos del mercado.

Página(s) web: Carboncito
Entrevista realizada el 22-08-2008*
No hacemos esto por vender. Es cuestión de hacer presencia. 
También es una forma de generar que otra gente saque publicaciones.
¿Por qué eligieron Carboncito como nombre de la revista?
Es un poco inocente en realidad, va con el lápiz “carbón”. Queríamos ponerle un nombre con diminutivos y nos gusto Carboncito. Primero sacábamos el zine en fotocopia, hacíamos historias más intimas,… ¡de todo! Entonces éramos solamente tres personas:   Amadeo Gonzales, Christian Rosado y yo.

David Galliquio, uno de los
primeros colaboradores.
Nos ayudo mucho la crítica constructiva de los lectores. Tu buscas tu espacio, en el sentido que sabes lo que quieres, sabes donde estar para que se genere una actividad…

Amadeo y yo vivimos en el Callao, por el aeropuerto. Entonces, poco a poco hemos ido al centro de Lima, se puede decir que ahí gestamos el primer Carboncito, con 50 números, fotocopiados y de ahí los vendedores de algunos stands lo fotocopiaron, y poco a poco se lo pasaron de mano en mano. El primer año sacamos tres publicaciones en fotocopia. Cuando lo sacamos en imprenta a partir del #5, queríamos que se viera de una manera seria, que se respetara el trabajo de los colaboradores.
El hecho es producir, trabajar, hacer las cosas bien y estar todos juntos.

Eso va  a depender mucho de todos nosotros para que haya más público, para que salgan las actividades y también para que la gente que no tiene nada que ver con el tema se entere de lo que está pasando.
En Carboncitos hay diversos géneros. Hay humor, temas cotidianos, algunos de corte  futurista. Nos influenciamos también de las revistas que encontramos por ahí. Yo pase de pequeño de los dibujos cartoonescos, a la zona 84, y de ahí al movimiento underground.

¿Son adquiribles los primeros números?
En algunas librerías puedes encontrar del 5 al 14.

¿A partir de cuando y como desarrollaste a tu personaje Patrick? ¿Cómo desarrollas tus historietas?
Tenía problemas en crear a personajes y empezar con el rollo de la historia de cada uno. Patrick (que dibujo a partir del 13 de setiembre del 2003)  digamos que fue uno de los últimos que me convencieron a hacerlo más constante.

En ese tiempo no leía muchas historietas autobiográficas, por ahí algunas cosas de Crumb donde dibujaba un personaje como su alter ego en un ser animal y humano al mismo tiempo mitad de él y fantasía por otro lado. Recuerdo en ese tiempo que los dibujos de José Muñoz en Sophie tuvo que ver  con la creación de este personaje.

En el dibujo también va una serie de cosas personales. Con el pasar de los años, a veces uno  quiere experimentar momentos que no has logrado nunca. Las decepciones y el fracaso (ir-a- varios- lugares-y-esperar-a-que-te-publiquen) te llevan a realizar una búsqueda y generar algo que es la transformación de las cosas. Por ahí de repente en un inicio hice comics muy negativos que hablaban del desempleo, el racismo,  el machismo, la misoginia u otras anécdotas que a  todos nos pasa. Esa es la parte más oscura de cada dibujante.



¿Cuales son tus influencias? Como en todos los países de Suramérica, es difícil encontrar comics. O encontramos en una  feria de pulgas o por un amigo, o buscando distribuidoras antiguas. Por ejemplo, de México me gusto mucho Gallito Comics, me parecía muy bacán cuando lo vi en una ocasión. Una vez le mande un correo a Polo Jasso de Cerdotado, y me salió con toda una teoría de Alex Raymond al final. Su historieta era media picara y tenia buen sentido del humor. Por esa parte me gusta mucho hayan comics buenos y que uno los descubra tarde o temprano. Para eso sirve la difusión: hay una página muy buena que se llama 68revoluciones, en Colombia que te informa mucho sobre historieta y animación.


Gringo Muerto de Bolivia me parece muy loable porque saca cosas distintas. No se si antes hubo  una secuencia anterior a que salga este zine y donde hay referencia  de la historieta autobiográfica. Te das cuenta si ves lo que hace James Kochalka, hasta Truchafrita acá en Colombia, tiene que ver en algo con lo que hacia Crumb. Mientras más original seas, mejor.

En el caso de las mujeres que hacen historieta, me parece que hacen un trabajo muy honesto. Phoebe Gloeckner por ejemplo, realizo una historieta sobre su primera relación sexual, y dibujaba al hombre con un pene pequeño. Julie Doucet, Power Paola: lo cuentan todo en sus cómics.

Para ti, ¿qué es la historieta?
La historieta es en primera instancia un medio de comunicación. Es contar una historia en viñetas, pero hay muchos artistas que hacen un trabajo, pero tú, como persona que vas a buscar un lugar para entretenerte, todo lo serio, todo lo político, todo, nos tiene que entretener. Hay muchas personas que se sientan en un parque y venden su cuadro. Hay otros que hacen su cuadro y no les interesa para vender. Pero también personas que hacen un cuadro y pueden innovar, haciéndolo en diversas técnicas. Yo hasta hace poco hacia caricaturas. Y había dicho antes que no lo iba a hacer nunca. Pero hay caricaturas que te pueden gustar. David Levine me parece muy bueno… aquí en el Perú, Carlín. Si yo lo hago, no sé si es por trabajo, o porque me gusta en realidad.

Todo artista tiene etapas. Hay historietistas que empezaron a realizar buenas historietas, pero ya no hacen nada ahora de eso porque nunca creyeron en la historieta. Hay historietistas que siguen siendo buenos, pero en busca de mayores ingresos dejan el medio y se dedicaran a otra profesión. Uno siempre tiene que intentar con lo que cree y hace.


¿Cómo encuentras colaboradores para tu revista?
Es una investigación el ver el pasado y presente de lo que siempre hemos seguido y eso nos pasó con los autores nacionales. Luego de conocer al autor nace una amistad y una frecuencia de ver en que esta actualmente que hace posible que puedan participar en la revista.

¿Qué has visto en los festivales de historieta que se están dando, como Viñetas con Altura en Bolivia, y los demás?
Estando en Bolivia, en La Paz, me di cuenta de la realidad de los dibujantes, de las producciones que hay detrás de todo eso. También pude conocer publicaciones de Tucumán, encontré buenas historietas y conocí además su forma de distribuir su trabajo: que utilizan, que optan por hacer, donde estar, donde no estar. Que quieren también comunicar con su trabajo… En Buenos Aires, me di con la sorpresa de Viñetas Sueltas, festival internacional donde pude conversar con muchos seguidores de comic que se desarrolla actualmente en la ciudad.

Espero que más adelante se puedan visitar otros lugares y otros festivales. Me gustaría conocer el ambiente comiquero de Medellin por ejemplo. Actualmente Colombia parece tener mucha producción. Por ejemplo: Truchafrita  y un grupo de amigos sacan una producción que se llama Robot Comics.
Acá también hay buenos trabajos, pero a veces siento que mucho se pierde en añoranza del pasado.

¿Cómo funciona el taller de historietas que impartes en La Culpable?
En taller de historietas nosotros no enseñamos a dibujar, sino a crear historias, crear personajes, pero más que todo a que ellos editen. Hay muchos talleres que te enseñan a dibujar, pero siempre te quedas esperando a que te publiquen…

¿De estudiantes de tus talleres has visto alguno de promesa?
Recuerdo al inicio a un chico: Giancarlo Ramírez, que sacó un fanzine que se llama Maniacomixs. Le gusta ir a los conciertos de bandas hardcore. Ya va por el tercer número de Maniacomix. Eso en realidad nos motiva a nosotros a creer más en nosotros, y motivarnos más a seguir produciendo. En el taller han nacido muchos zine: Pollo y Fiesta 45, entre otros.

¿Qué podría ayudar a crecer la historieta nacional en el Perú?
Hay gente que va  a la librería y pide Spiderman o X Men, “porque lo nacional no me gusta”. Les gusta lo de afuera porque dibujan bien, hay buenas historias, o creen que los personajes son universales, y punto. Hay gente que evalúa así.

Justo vi un comentario en el Blog La Nuez, que decía “no pasa nada acá, pero que bueno que se estén gestando los concursos de superhéroes en Peru21…”

Lo del manga me parece bien de todas maneras, porque hay dibujantes que dibujan influenciados (como en el caso de la Supercholita), pero creo que es más disciplinado. Mientras sea disciplinado el trabajo y bien organizado, creo que tendrá buenos resultados.

Lo que si admiro de Jorge Pérez Ruibal es que apareció en el 2003 recién, pero les ha dado una cachetada a muchos locales que tienen trabas mentales, incluyendo dibujantes de generaciones de antes, que creen que tienen que estar en colectivos para salir adelante, y el en poco tiempo él se auto editó su publicación, y hasta saco un libro. Para mi es positivo esto.

¿Cómo sientes la critica de la historieta en el Perú?
La crítica es buena. Yo escucho más a la persona que produce que a la que critica y no hace nada. Hay críticas que son buenas, hay que saber siempre escuchar y sobre todo de quien viene. Quizás una crítica brutalmente honesta y con buenas intenciones  te ayude a cambiar y mejorar tu calidad de trabajo. Sobre todo te ayuda a ver las cosas distintas, a tener una búsqueda personal. Hay que sacar lo bueno de la crítica, trabajarlo y seguir adelante nomas.

Fuera de lo concierne a la imagen, ¿prefieres algún autor?
Hay escritores muy buenos: Julio Ramón Ribeyro, Charles Bukowski, Paul Auster, Roberto Bolaño…
Hay cineastas muy buenos: Scorcese, Larry Clark, Aki Karismaki, Cassavettes…

Aquí en Perú, Quintanilla es un pintor muy bueno… la verdad es que la lista es larga. Es como por ejemplo en la música: va la gráfica, va todo, es el escenario mismo, todo es artístico.
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Entrevista a Renso Gonzáles en la página chilena ergocomics.cl

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